10 mitos sobre la relación de pareja (I parte)

[frame_left]pareja escuela de las emociones[/frame_left]Cualquier relación de pareja es un proceso en constante cambio en el que durante todo el tiempo que dure la relación las dos personas estarán adaptándose continuamente la una a la otra. No hay ningún “secreto mágico” que garantice el éxito pero sí muchos pequeños consejos (“pequeños secretos”) que tenidos en cuenta pueden ser claves para el desarrollo de la relación. Uno de ellos es el ser consciente de los mitos que solemos tener sobre la pareja.

Según dicen Olsen y Stephens en su libro “Manual de supervivencia para parejas”, el mantener varios –sino todos o casi todos- de estos mitos está ligado a huir de nuestra responsabilidad y querer buscar la solución fuera de nosotros. Y este puede ser el peor cimiento que se le puede poner a una relación. Vamos a ver hoy los cinco primeros mitos.

1. Para cambiar una relación hacen falta dos. Falso. Si uno decide cambiar, la relación automáticamente cambiará. El enfocarse en este mito lleva a invertir los esfuerzos en convencer y/o motivar a la otra persona de que debe formar parte de ese cambio, y al final el esfuerzo se acaba convirtiendo en intentar que sea la otra persona la que de la mayor cantidad de pasos. Cambiar uno mismo no implica el que la relación vaya a ir a mejor sino que, como mínimo, dejará de estar en punto muerto.

2. Si me esfuerzo más, conseguiré que mi pareja cambie. Este mito está muy relacionado con el primero. En este caso nos centramos más directamente en el cambio del otro. Desde intentar convencerle para que cambie conductas hasta regalarle libros de autoayuda para que se convierta en la persona que siempre hemos anhelado.

3. Mi pareja lo será todo para mí. Este mito está muy ligado a la exaltación del amor romántico que se hace en la primera etapa de la relación. En ese primer momento se cree que ese  nivel de emotividad positiva hacia la otra persona es indestructible y que soportará todos los golpes del destino, es más, cuesta creer que vaya a haber grandes golpes. Sin embargo, gran parte de las parejas pasan por tres fases típicas: la del idealismo, la de la desilusión y la de la aceptación. Cuando más arraigado esté este mito más costará llegar a la etapa de la aceptación.

4. Mi pareja debería satisfacer todas mis necesidades. A primera vista parece un poco absurdo, sin embargo, en la realidad de la vida de las parejas se puede encontrar este mito arraigado de un modo inconsciente. El problema es que no solemos ser conscientes de muchas de las necesidades que traemos a la vida de pareja. Por ejemplo, si sufrimos una carencia afectiva que se remonta a nuestra la niñez posiblemente estaremos esperando compensarla con una dosis extra de cariño por parte de nuestra pareja lo que nos llevará a  un nivel de exigencia hacia la otra persona la cuál no nos pueda satisface

5. El matrimonio no debe significar mucho esfuerzo. Se suele decir o pensar: “El amor lo puede todo. No es para tanto el que vengamos de familias muy diferentes o de contextos diferentes, con profesiones diferentes, etc.” El matrimonio implica atravesar por crisis, unas cíclicas (separación de las familias de origen, nacimiento de los hijos, etc.) y otras más inesperadas (un fallecimiento, una situación de desempleo, un conflicto grave con uno hijo/a, etc.). Cuanto más consciente se sea de ello más se podrán afrontar las crisis como una oportunidad de crecimiento y no como un drama lo cual es el enfoque de los que tienen este mito muy asentado.

Espero que, de momento, te estén resultando interesantes. En el próximo post continuaré con los cinco mitos restantes.

 

Un saludo.

Jonathan Secanella

Esta entrada tiene 2 comentarios

Comentarios cerrados.