3 mitos sobre la psicología positiva
En la última década la psicología positiva ha vivido un auge y popularización que podríamos tildar de espectaculares. Sin embargo, junto con ella se han extendido una serie de mitos que han difundido ciertas corrientes de pensamiento positivo y que se apoyan en planteamientos pseudocientíficos. La aceptación popular de estas corrientes está muy unida a dos deseos del ser humano, el de vivir más feliz y realizado, y el de la “ilusión” de conseguir lo máximo con el mínimo esfuerzo.
Tres mitos basados en medias verdades
Reflexión: Un enfoque realista sobre nuestras vidas.
Un enfoque en lo positivo sobre nosotros es imprescindible para avanzar en la vida, conseguir metas y disfrutar en el proceso. Paradójicamente, una de las estratagemas que utiliza nuestra mente con el fin de protegernos de las frustraciones que pueden conllevar las equivocaciones, errores, fracasos, es la de hacernos sentir inútiles, no capaces de afrontar la vida con sus retos y dificultades.
Un enfoque siempre positivo
El mágico efecto del elogio
Todos los seres humanos necesitamos de palabras de aliento. Sentir la calidez de la aprobación y el reconocimiento, aumenta poderosamente la confianza en nosotros mismos.
¿Empezamos a practicar la "elogioterapia"?
5 consejos prácticos que te ayudarán a ser más feliz
Martin Seligman, el padre de la psicología positiva, ha descubierto que hay cinco fortalezas de carácter que si las desarrollamos nuestra capacidad para ser más felices en la vida aumentan exponencialmente. ¿Podrías adivinar cuáles son? Una pista es que son fortalezas que teníamos cuando éramos niños y que muchas veces se han ido atrofiando con el paso de los años pero que podemos recuperar.
¿Te animas a poner alguno en práctica?
Focalizar los pensamientos: la herramienta más potente para gesionar tus emociones
El aprendizaje de la gestión emocional es una aventura emocionante. Una herramienta estratégica para que tu voluntad sea capaz de gestionar tus emociones es la habilidad para enfocar tus pensamientos en la dirección que desees. El poder de tu mente está en el foco, no en decidir no pensar en algo sino en decidir el pensar en otra cosa y enfocarte en ella.
¿A dónde se dirigen tus pensamientos?
El anciano y la ventana
Se cuenta la historia de una ocasión en que coincidieron dos ancianos que estaban solos, sin familia, en la misma habitación del hospital. Uno de ellos estaba en la cama que daba a la ventana y el otro en la cama interior, sin ventana y sin ángulo de visión para disfrutar de las vista de la ventana de su compañero.