Miedo e inseguridad: 2 consejos para enfrentarlos

Miedo inseguridad Escuela de las emociones

Mientras preparo el guión de un vídeo que voy a grabar esta tarde sobre el miedo me ha venido a la mente esta sencilla historia que nos habla sobre el miedo al futuro y a perder lo conseguido y cómo ello nos bloquea para avanzar en la vida.

 

HISTORIA

Se cuenta que un sabio oriental relataba a sus discípulos esta sencilla historia:

“Erase una vez un hombre que estaba recorriendo un largo camino a través de las montañas cuando se encontró con un río. Ante tal obstáculo, y después de evaluar las distintas posibilidades, decidió invertir un tiempo en hacer el esfuerzo de cortar unas ramas de árbol y construir una sencilla balsa. Una vez construida cruzó con ella el río sin problema. Ya en la otra orilla se encontró con una disyuntiva: ¿qué debo hacer con la balsa?”.

Después de contar la historia el sabio lanzó la pregunta a sus pupilos: “¿qué haríais vosotros en su lugar?, ¿cargaríais con la balsa por si vuelve a aparecer otro río (es relativamente ligera y se podría llevar a cuestas, aunque no sin esfuerzo) o la abandonaríais para seguir vuestro camino sin esa sobrecarga?”

¿Qué harías tú?

 

REFLEXIÓN

La moraleja de esta historia va en la línea de que lo ideal sería abandonar la balsa. ¿Cómo sabes lo que te puede deparar el camino: una dura cuesta, un bosque frondoso y difícil de cruzar…? ¿De verdad vale la pena ralentizar tanto tu ritmo y desgastarte con un sobrepeso que no sabes si podrás volver a aprovechar?, y aún si volviera a aparecer otro río, ¿estás seguro de que te compensaría el esfuerzo realizado frente al que deberías hacer para volver a construir otra?

Dos de los grandes obstáculos que tenemos los seres humanos son:

1. El excesivo apego a nuestro logros, y

2. La preocupación por la incertidumbre del futuro.

Estos dos obstáculos combinados producen un peligroso coctel que alimenta unos miedos que nos ralentizan, o incluso inmovilizan, para poder avanzar en la vida: miedo a perder lo conseguido y miedo a no poder abordar lo que nos depare el futuro.

Los dos miedos están ligados a la inseguridad natural con la que tendremos que lidiar toda la vida. Lo importante frente a ella es ser conscientes de ella y decidirnos a enfrentarla de cara. La inseguridad es como un monstruo que quiere crecer dentro de nosotros y dependerá de que lo alimentemos o no para que crezca o mengüe día a día. Engañarnos con los argumentos que produce el miedo es su mejor arma. Por tanto, no olvides estas dos reflexiones/consejo referidas a cada uno de ellos.

1. No te dejes seducir por tus logros pasados. Un logro personal (como el haber sido capaz de construir una balsa para superar un obstáculo) debe de servir para ayudarte a mejorar tu sentido de valía y animarte a dar un paso más hacia adelante con más seguridad en ti mismo. Cuando no se dan estos dos movimientos (afirmación en ti y empuje hacia adelante) normalmente es porque nos hemos “agarrado” a él patológicamente como un salvavidas para reforzar nuestro sentido de valía solamente. Esto, que tiene un beneficio a corto plazo (ánimo, mejora de autoestima, etc.) acaba siendo el mayor obstáculo a largo plazo por no querer arriesgar y perder lo conseguido (económicamente, reputación personal, tiempo…). No lo olvides, lo logros del pasado deben de ser trampolines para lanzarte a conquistar el futuro.

2. No olvides que la incertidumbre sobre el futuro va ligada a la vida. El futuro es incontrolable, y más en una época tan cambiante como la que vivimos. Normalmente 9 de cada 10 preocupaciones que tenemos sobre algo que puede ocurrir no se acaban confirmando, el suceso no acaba ocurriendo o no es tan dramático. Al igual que el punto anterior, esta dinámica de nuestra mente está también muy ligada a nuestra inseguridad personal y al modo que tenemos de gestionarla: el control. Cargar con “balsas” en nuestra vida “por lo que pueda pasar” no es inteligente, y sin embargo nos cuesta verlo con esa claridad. ¿De verdad vale la pena vivir siempre pensando en prever cada circunstancia negativa que se pueda dar? Te propongo una actividad: apunta durante un tiempo concreto (quizá uno o dos meses) todas las preocupaciones que tienes respecto al futuro y analiza después cuáles han llegado a producirse y evalúa si ha valido la pena vivir con esa preocupación y afán por controlar el futuro.

Un saludo.

Jonathan Secanella
Coach y formador

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